Miguel Ambrosio
- Con una inversión de más de 6 millones de pesos Marco Antonio Rodríguez Orozco entregó cuartos para cocinas y baños con biodigestor para las familias más pobres
Petlalcingo, Pue.- Más de 80 ejidatarios del municipio de Petlalcingo resultaron beneficiados con la obra del Cárcamo de agua potable que la comuna construyó con una inversión de 495 mil pesos. Los ejidatarios señalaron que se trata de un servicio básico que no tenían desde hace varios años, debido a esta necesidad se veían obligados a comprar pipas de agua o a consumir agua contaminada del río.
“Estamos muy contentos y le agradecemos al señor presidente esta obra, el sistema de agua potable no solo nos beneficia a nosotros, también beneficiará a las demás familias avecindadas en esta zona de la entrada de Petlalcingo, la cisterna, el sistema de bombeo y la red vienen a resolver un gran problema, ya que el agua es vital para las familias”, señaló Alberto Alvarez Morales presidente ejidal.
El edil Marco Antonio Rodríguez Orozco, este miércoles por la tarde luego de inaugurar la obra, hizo entrega oficial a los ejidatarios y familias avecindadas de Petlalcingo, así mismo inauguró también de forma simbólica dos cuartos para cocinas, espacios que más tarde entregó en la explanada municipal a los beneficiarios del centro de la cabecera y barrios del municipio.
Natalie Hernández Bazán de la comunidad de Providencia y Salustia Lezama Oropeza del centro de la población forman parte de las familias que resultaron beneficiadas con el programa municipal de obra social que la comuna aplico en el 2014 con una inversión de 6 millones 630 mil 488 pesos.
El edil señaló que cada cuarto de cocina tuvo un costo de 82 mil pesos mientras que los baños con Biodigestor tuvieron un costo de 59 mil pesos, con dicho programa la comuna busca elevar las condiciones de vida de los ciudadanos disminuyendo cada vez más la pobreza y el rezago social en Petlalcingo y sus comunidades.
Concluyó que el programa municipal de obra municipal continuará en el 2015 para atender a más familias pobres que aun viven en pisos de tierra, con letrinas que como paredes tienen láminas o cobijas viejas, no cuentan con drenaje y agua potable, necesidades básicas que justifican el programa municipal sobre todo en las comunidades ruarles donde hay mayor demanda por parte de los ciudadanos.
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