Miguel Ambrosio
- Durante el recorrido de las estaciones de la cruz se atendieron más de una docena de desmayados
Acatlán de Osorio, Pue.- Este año cumplió 22 años la representación en vivo del Viacrucis de la parroquia de San Gabriel en Acatlán de Osorio, la obra teatral con actores del mismo barrio inicio por primera vez en 1993 por el párroco Florentino Medina originario de Oaxaca quien llegó a esta parroquia y convocó a los jóvenes a participar en esta obra bíblica.
A lo largo de 22 años la representación se ha convertido en una tradición a la que acuden miles de personas de distintos puntos de la región y del estado, es la más grande del municipio y más apegada al camino de calvario que vivió Jesús durante su recorrido por las estaciones de la cruz.
Este año Jesús lo represento el joven Erick Ibáñez Martínez de 17 años, es la primera vez que representa este papel después de participar 2 años como tamborero y tres como soldado en esta obra teatral, así mismo la Virgen María es representada por Elena Morales González, Antonio Jerónimo Valle integrante del comité organizador señaló que todos los actores tienen que cumplir requisitos muy estrictos como contar con todos los sacramentos de la iglesia católica.
Este viernes el viacrucis salió del templo de San Gabriel donde Poncio Pilato representado por Abraham Fernando Martínez recibió a Jesús para juzgarlo y por petición de quienes lo acusaban soltó a Barrabas y lavándose las manos condenó a ser crucificado a Jesús el Nazareno, acto que dio lugar al recorrido por las estaciones de la cruz en donde Jesús es envuelto en un mar de insultos, de burlas y de blasfemias por soldados y jefes judíos, mientras que para miles familias no es más que un verdadero ejemplo de perdón.
Aurelio Castelán Mejía otro integrante del comité destacó que se trata de una obra teatral en la que participan jóvenes de familias cristianas de la parroquia de San Gabriel, menciono que año abrió la convocatoria a jóvenes nuevos, niños y adolescentes que cumplieran con los requisitos para ocupar un papel.
René Balbuena Pavías párroco de San Gabriel, dijo que la humanidad entera debe reflexionar en esta penitencia representada por los personajes allí presentes, durante cada estación pidió por el perdón de los pecados, por la paz del mundo, por los corruptos, por los delincuentes, por todo lo malo que existe en el mundo para que reflexiones y se arrepientan de sus pecados.
Todo esto sucedió en la representación que cada año cobra mayor presencia y reafirma la cultura de penitencia, de oración y de perdón, de reflexión para los padres, para los hijos; esa fue la recomendación de la iglesia durante el recorrido que duró dos horas para subir al cerro de las cruces, donde se lleva a cabo la crucifixión de Jesús y los dos ladrones.
René Balbuena, explicó que Jesús no sólo pide el perdón para los que lo ofendieron, sino para todos, “porque todos con nuestros pecados somos el origen de su condena y crucifixión” por eso dijo “Padre, perdónales, porque no saben…”.
“Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso”
Jesús de Nazaret, aguantó a llegar al cerro de las tres cruces, donde también se colocan dos cruces más para dos malhechores y donde uno de ellos blasfemaba diciendo: “¿No eres Tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros!”
Pero el otro malhechor se sintió impresionado al ver cómo era Jesús. Lo había visto lleno de una paz, que no era de este mundo, por lo que le hace esta súplica, sencilla, pero llena de vida: “Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino” y Jesús volvió la cabeza para decirle: “Te lo aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
“Padre, en tus manos pongo mi espíritu”
El párroco René Balbuena explicó los difíciles momentos que Jesús padeció en la cruz, “¿Padre por qué me has abandonado?”, sin embargo señaló que Jesús no tiene miedo en absoluto a la muerte, porque sabe que le espera el amor infinito de su Padre.
El sacerdote exhortó a los files católicos a vivir con la alegre noticia de que Dios es el Padre que cuida de todos nosotros y aunque a veces algunos tengan caminos incomprensibles, se debe tener la seguridad de que él sabe mejor que nosotros lo que hace. “Hay que amar a Dios, sí. Pero también hay que dejarse amar y querer por Dios”, fueron partes de sus recomendaciones.
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